Llevo siendo orientadora de Kumon más de 23 años. Comencé a trabajar con el método Kumon en el colegio británico Numont School de Madrid en el 2001 y, después, monté mi propio centro Kumon en la avenida de Arcentales en el 2009.

Lo que me impulsó a trabajar como orientadora Kumon fue que, después de dedicarme a dar clases particulares de Matemáticas e Inglés, me di cuenta de que a muchos alumnos les falta la base para poder trabajar de forma satisfactoria. Y esa base no es fácil de desarrollar con el formato tradicional de «clases privadas».

Como conocía el método, porque mis hijos lo había hecho hacía muchos años (en el año 1993), pensé en Kumon como una vía para conseguir aquello. El material de Kumon, cuyo diseño es sistemático, está secuenciado, y cada número, operación, letra, oración y párrafo está allí porque ayuda el alumno a conectar con lo que va venir en el siguiente bloque. El autodidactismo es uno de los factores que más me atrae. Los ejemplos provocan que un alumno pueda aprender por sí mismo.

Mi vocación es la de ser maestra, tengo un diploma de Cambridge para enseñar inglés y en mi carrera el punto fuerte siempre eran las matemáticas. Al trabajar con el método Kumon he podido encontrar un modelo de profesorado que siempre está en búsqueda de proporcionar la mayor autonomía a sus alumnos. Además, el método está muy individualizado: se adapta al ritmo y a las necesidades de cada alumno en todo momento. En Kumon, he aprendido que todos los alumnos tienen un potencial alto y que, al hacer Kumon cada día, desarrollan habilidades tremendas. He aprendido que nunca hay que tener ideas preconcebidas sobre ningún niño y que, si un alumno no da más de sí, nunca es culpa suya. «Cualquier niño puede triunfar». Estas palabras son del fundador del método Kumon, Toru Kumon. Os recomiendo leer la historia de Kumon en la página web. He tenido la oportunidad de estar en la celebración del 50 aniversario de Kumon en Japón y de esta forma aprender de las experiencias de otras orientadoras de todo el mundo. Lo que más me encanta son las constantes formaciones por parte de la empresa Kumon y el proceso de aprender de los alumnos excelentes.

Lo que me resulta más satisfactorio de poder impartir este método a tantos niños es ver la cara de alegría de los alumnos cuando resuelven algo que les costaba hace unos días y los comentarios de los padres cuando se dan cuenta de la mejoría en los niños y, en consecuencia, de la mejoría en las notas del cole. El concepto de un alumno avanzado que tenemos es fantástico. Una vez que un alumno tiene constancia en Kumon, llega a avanzar de tal forma que está preparado para ver contenido por encima del nivel escolar. Allí es donde pierden el miedo a algo que no han visto nunca y son capaces de deducir por medio de los ejemplos de una manera increíble y alucinante. Eso es un punto de enorme satisfacción para mí, porque estos alumnos avanzados están preparados para enfrentar cualquier tema en su etapa escolar sin la necesidad de que alguien les esté explicando todo. Esto hace que no vayan a necesitar un profesor particular que les explique todo. El porcentaje de alumnos avanzados que tenemos en el centro Kumon Madrid - Av. Arcentales es del 50 %. Salen de nuestros centros con mucha confianza, seguridad y autoestima.