Antonio García: «Kumon me ha ayudado a tener una mente muy matemática y autodidacta»
Antonio está a punto de concluir Kumon Matemáticas en el centro Kumon Madrid - Arturo Soria, pero antes de finalizar el programa ha querido compartir su testimonio como alumno del método porque piensa que su ejemplo podría ayudar a entender mejor las ventajas de hacer Kumon.
Antonio tiene claro su futuro, quiere dedicarse a la ingeniería biomecánica: «Me encantaría poder diseñar máquinas o aparatos para mejorar la salud y movilidad de los enfermos. Kumon ha influido notablemente en mi decisión de estudiar una ingeniería porque me ha ayudado a tener una mente muy matemática y ser autodidacta, y esas son dos aptitudes necesarias para ser un buen ingeniero, según me han dicho algunos de ellos», nos cuenta convencido.
En palabras de Antonio: «Kumon está lleno de momentos mágicos, pero en el instante en el que hice clic con Kumon empecé a comprobar que era capaz de hacer operaciones matemáticas de un modo ágil y divertido».
A continuación, te invitamos a leer su testimonio; a nosotros nos ha emocionado. ¡Gracias, Antonio!
Kumon, ¿un método mágico?
Algunas personas pueden pensar, equivocadamente, que Kumon es un método rápido y mágico para convertirse en un genio matemático. ¡Nada tan lejos de la realidad! Apuntarte a una academia de Kumon ayuda a mejorar tu habilidad matemática porque practicas todos los días y durante varios años. Sin embargo, en estas líneas quiero compartir con vosotros por qué creo firmemente que Kumon esconde algo de magia en su interior.
Si vuelvo la vista atrás, debo reconocer que tuve muchísima suerte de comenzar Kumon cuando tenía seis años con una de las mejores orientadoras de Kumon España, D.ª Dolores Yáñez (Lola), directora del centro Kumon Madrid - Arturo Soria. En aquellos años, mis padres se percataron de que, aunque no tenía ningún talento para las manualidades ni la caligrafía, sí tenía cierta destreza con los números. Por este motivo, decidieron borrarme de las clases de dibujo (¡gracias a Dios!) y apuntarme a Kumon.
Empezar Kumon fue realmente fácil para mí precisamente porque uno de los principios del método es comenzar desde un nivel confortable. En las primeras semanas, los orientadores suelen asignarte ejercicios sencillos para ir construyendo una base sólida en matemáticas que haga que te sientas muy motivado, disfrutes de las operaciones, aprendas a ser más independiente, comiences a desarrollar un aprendizaje autónomo y no temas cometer errores.
Kumon está diseñado para que la dificultad de los ejercicios aumente de manera lógica y gradual, pero debo admitir que en algunas ocasiones no me parecía nada fácil seguir avanzando. Todavía recuerdo lo difícil que fue para mí, con siete años, aprobar el nivel B. Echando la vista atrás, debo admitir que nunca me rendí gracias a que conté con el apoyo incondicional de mis padres y de mi orientadora.
Kumon Matemáticas está dividido en 21 niveles. Las 800 hojas que el profesor de matemáticas Toru Kumon elaboró para su hijo dieron origen a los famosos «cuadernillos» que usamos hoy en día. Sin embargo, el método se actualiza y mejora constantemente. En la actualidad, los cuadernillos de Kumon tienen 4420 hojas distribuidas entre los diferentes niveles, que van desde operaciones matemáticas básicas hasta contenidos exigidos al final de bachillerato.
Los hojas de Kumon se resuelven todos los días en casa y una o dos veces por semana en el centro Kumon al que se asiste. Durante los últimos once años de mi vida, cada uno de sus 365 días (excepto en Navidad y en Reyes), me he sentado en mi mesa para resolver los cuadernillos: comencé en el nivel A y, ahora, estoy a punto de terminar el último nivel de matemáticas, el nivel O. Empecé con sumas sencillas y, en estos momentos, no puedo creer que sea capaz de enfrentarme a complicadas operaciones matemáticas, incluidas derivadas e integrales.
Un método de aprendizaje personalizado
Al contrario de lo que mucha gente cree, Kumon es un método muy personalizado. Durante todos estos años, he ido progresando a mi ritmo. En las épocas en las que tenía que concentrarme en los exámenes del colegio, mi orientadora me asignaba menos tarea de Kumon, pero cuando estaba de vacaciones mis padres y yo solíamos pedirle que me duplicara la tarea para recuperar lo atrasado. ¡No podéis imaginaros lo difícil que es hacer Kumon en la playa, en un avión o incluso en el zoo!
En Kumon, los orientadores introducen los conceptos matemáticos de tal manera que permiten a los alumnos aprenderlos de manera autónoma. Debo confesar que esto no siempre ha sido fácil para mí, pues en algunas ocasiones quería aprender de la manera más rápida posible. Sin embargo, después de todos estos años, he comprendido que este método introspectivo y autodidacta me ha ayudado a resolver problemas y a afrontar retos de una manera más eficaz no solo en las matemáticas, sino también en la vida real.
Desde el principio, Kumon me ha permitido avanzar con las matemáticas por encima del nivel escolar exigido tanto nacional como internacionalmente y me ha proporcionado una capacidad de aprendizaje que espero poder aprovechar en otras facetas de mi vida personal y profesional en el futuro. No hay ninguna duda de que, a pesar de haber llegado al último nivel de Kumon, todavía debo mejorar y profundizar mucho para tener unos conocimientos matemáticos sólidos. Quizá es esta una de las razones por las que la carrera que he decidido estudiar es una ingeniería, pues son estudios relacionados con los números y la resolución de problemas.
Mi primera experiencia laboral
Debo reconocer que he tenido mucha suerte por haber sido capaz de completar todos los niveles de Kumon, pero mi suerte no termina ahí. Hace dos años, mi orientadora y directora del centro Kumon, me dio la oportunidad de trabajar como voluntario ayudando a los otros orientadores del centro. Confieso que al principio estaba un poco nervioso por si no cumplía sus expectativas, pero, pasadas unas semanas, con su ayuda y el apoyo de los asistentes, fui descubriendo la manera de ser útil y de ayudar a los alumnos de mi centro. Hoy, después de dos años de trabajo como voluntario en Kumon, he comprendido el enorme esfuerzo diario que realizan los orientadores y el impagable apoyo de algunos padres para ayudar a lograr el éxito de sus hijos.
Confía en tu potencial infinito
Durante los últimos diez años, mi orientadora de Kumon, mi familia americana y mis padres me han ayudado a creer en mí mismo y a crecerme ante las dificultades. Nunca han dejado que me rindiera, me han ayudado a desarrollar mis aptitudes académicas y a pensar de un modo más lógico y coherente.
Hidenori Ikegami, presidente de Kumon Instituto de Educación, afirmaba lo siguiente: «En nuestro mundo, cada vez más globalizado y diversificado, la potenciación de recursos humanos competentes es cada vez más importante. Hoy en día, existe una enorme demanda de educación de calidad. Todos en Kumon sentimos una profunda responsabilidad y un sentido de misión mientras nos esforzamos por hacer una contribución a la comunidad global y, en última instancia, a la paz mundial, a través de la educación individualizada». ¡Ojalá, algún día, como adulto e ingeniero responsable pueda contribuir a crear un mundo mejor!