Rebeca Lado: «Kumon te aporta desarrollo personal y profesional»

En 2013 la educadora Rebeca Lado se unió a Kumon como asistente del centro Kumon Barcelona - Tres Torres. En estos años ha ayudado a muchos niños a desarrollar todo su potencial de aprendizaje con el método Kumon mientras crecían su experiencia y su convicción como orientadora. Hace tres años asumió la dirección del centro, que hoy en día cuenta con cerca de 200 alumnos.

«Iniciarme como asistente ha sido un gran impulso, además de que tuve una gran profesora, veterana en el método Kumon, para afrontar el reto de dirigirlo. He dado un paso lleno de posibilidades personales y laborales», nos cuenta Rebeca.

Durante la pandemia el número de alumnos del centro se incrementó y desde entonces sigue creciendo

Rebeca asumió la dirección del centro cuando empezó la pandemia, situación que supuso un reto todavía mayor. «Observar a mis alumnos trabajar desde sus casas con Kumon online me hizo ser más asertiva con la programación y la comunicación. Uno nunca deja de aprender nuevas formas de hacer lo mismo y los resultados también fueron diferentes a mis expectativas. Recuerdo momentos increíbles de mis alumnos, de sus familias y de mí misma. El resultado de empezar durante la pandemia es que el número de alumnos se incrementó y desde entonces no ha parado», recuerda Rebeca.

¿A qué se debe este incremento? Rebeca está convencida de que es el resultado del diseño del material didáctico, que se adapta a cualquier edad y situación educativa: «La orientación es importante, pero el material didáctico es muy completo porque abarca todas las etapas educativas y todo tipo de alumnos. Además cuento con el apoyo de un equipo de profesionales y con muchos años de experiencia. Todo ello hace que la evolución sea positiva».

«Mis alumnos me han enseñado a enseñarles»

Rebeca destaca que convivir con un método de aprendizaje que se adapta a todas las edades le permite vivir distintos procesos en la evolución de sus alumnos: de inicio, de razonamiento, de seguimiento, etc. Por eso afirma: «Mis alumnos me han enseñado a enseñarles».

Un día en un centro Kumon es la suma de grandes momentos. Para Rebeca, lo mejor de cada día es «ver a los alumnos aconsejando a otros alumnos que empiezan; solo puedo observarlos y mantenerme en silencio cuando soy testigo de cómo han aprendido, de cómo se motivan y de cómo se inspiran y se apoyan». 

Lo que más le gusta de Kumon es que es un método que no penaliza el error, ya que este es parte del proceso de aprendizaje y ayuda a cada alumno a transformarse en su mejor versión.

Los próximos años

Rebeca mira el futuro con ilusión y ve una clara tendencia al crecimiento de alumnos: «En mi centro el punto fuerte y más conocido es Kumon Matemáticas; por eso creo que los programas de lectura e inglés pueden marcar un gran cambio».

«Si buscas un reto empresarial, Kumon tiene todos los ingredientes: te aporta desarrollo personal y profesional con un método eficaz y buena perspectiva de futuro», finaliza.

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