Juan Carlos Rocamora: «Me atrajo la idea de iniciar un negocio relacionado con la docencia»

Al químico Juan Carlos Rocamora siempre le atrajo la idea de dedicarse a la educación. Por eso, hace 11 años decidió unirse a Kumon y abrir el centro Kumon Molina de Segura - Estación. Hoy en día, el centro tiene más de 100 alumnos y una gran perspectiva de crecimiento.

Además de dirigir su propio centro, Juan Carlos fue también orientador de sus dos hijos, lo que le ha permitido tener una doble perspectiva de la educación con el método Kumon: «Ser padre Kumon me ha ayudado profesionalmente a entender mejor a las familias, sobre todo cuando tengo entrevistas con ellas».

Los primeros años

Juan Carlos recuerda la apertura del centro con ilusión y con muchos nervios: «Inicié la actividad un mes de febrero y en agosto solo tenía 11 niños, dos de ellos mis hijos, pero afortunadamente ese septiembre todo cambió», nos cuenta. Así, el crecimiento de su centro ha sido progresivo a lo largo de los años.

«Kumon es una puerta abierta al conocimiento»

Juan Carlos valora especialmente enseñar a sus alumnos a disfrutar del placer de aprender por sí mismos: «Kumon es una puerta abierta al conocimiento y el límite es el que tú le quieras poner», afirma.

Como orientador, vive intensamente cada logro de sus alumnos, ya sea la evolución de un alumno que llegó a Kumon porque repitió un curso escolar o el caso de una alumna que trabaja de forma autónoma saltándose los pasos intermedios de un ejercicio.

«Recuerdo a un alumno repetidor de primero de primaria que empezó con Kumon cuando no sabía ninguna vocal y no era capaz de identificar ningún número. Años después su madre me dijo: “Todo lo que sabe mi hijo es gracias a Kumon”. Actualmente, sigue siendo mi alumno y yo sigo disfrutando de su evolución», nos dice Juan Carlos.

También nos cuenta que un día le enseñó a una alumna sus cuadernillos resueltos y ella le preguntó: «¿Y tú por qué escribes tantos pasos intermedios?». Ese día fue consciente de que esa niña de primaria había aprendido a trabajar de forma autónoma y a resolver los cuadernillos con más rapidez y eficacia que él. «Esto sigue ocurriendo en la actualidad, pero ahora ya no me sorprende», explica el orientador.


Los próximos años

Si algo caracteriza a Kumon es que el aprendizaje es constante tanto por parte de los alumnos como por parte de los orientadores. Por eso Juan Carlos describe este momento como «un proceso de adaptación a la era digital» no solo porque desde hace unos años Kumon ofrece, además de clases presenciales, clases online y mixtas, sino también por la incorporación de Kumon App.

«Lo único imprescindible para abrir un centro Kumon es que te guste la educación y el trato con los niños, lo demás es tiempo y dedicación», finaliza.

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