Cristina Arnau: «Con Kumon vi una oportunidad para mi futuro profesional y mi crecimiento personal»
Cristina se define como una persona emprendedora y, cuando abrió el centro Kumon Burriana - C/ Encarnación hace 11 años, sabía que, además de permitirle ser su propia jefa, dedicarse a la enseñanza con Kumon sería una oportunidad tanto para su futuro profesional como para su crecimiento personal. Hoy en día su centro tiene más de 100 alumnos, dos de ellos sus hijos.
«Todo empezó porque alguien me dijo que iba a llevar a sus hijos a clase de Kumon y la curiosidad me llevó a indagar sobre el método. Al día siguiente, concerté una cita en el centro más cercano para matricular a mi hija. Viendo su evolución me di cuenta de lo valioso que es el material didáctico para alcanzar el autodidactismo», nos cuenta Cristina. Está convencida de que ver los resultados del método en su hija la animó a abrir su centro Kumon para ayudar a más niños a aprender con el método.
Sus hijos están en primero de bachillerato y tercero de ESO, respectivamente, y continúan aprendiendo con Kumon. Ahora que son mayores se dan cuenta de lo valioso que ha sido aprender con el programa Kumon Matemáticas, pues no necesitan ayuda para poder seguir el ritmo de las clases.
«Mirar con ojos de niño más que de adulto»
Para muchos docentes, el confinamiento fue una crisis, pero para Cristina fue una oportunidad: «Los meses de confinamiento fueron positivos porque tanto los alumnos como sus familias se adaptaron a las clases online rápidamente para no dejar de aprender y pudimos comprobar su gran capacidad de adaptación al cambio».
Si hay algo que define el método Kumon, es que los orientadores aprenden de los alumnos. «Mis alumnos me han enseñado a mirarlos con ojos de niño más que de adulto, y así los puedo observar y entender mejor. Me han enseñado que no hay que tener prejuicios sobre nadie ni nada, pues una buena actitud ante el estudio y la perseverancia nos permite a todos llegar a alcanzar los objetivos que nos propongamos», afirma Cristina.
Concluye comentando que «los alumnos que siguen alguno de los programas del método Kumon desarrollan la capacidad de encontrar soluciones a cualquier duda abriendo la mochila de conocimientos que han ido llenando en su camino de aprendizaje».
Los próximos años
Cristina ve los próximos años del centro como un semillero de aprendizaje recíproco: por parte de los alumnos, porque los orientadores los guían y les dan las pistas necesarias para encontrar las respuestas en el material didáctico; por parte de los orientadores, porque aprenden de la manera de aprender de los alumnos y, de esta forma, mejoran sus procesos de orientación; y, por parte del equipo de Kumon España, porque asesora a los orientadores y facilita el trabajo de todos los centros Kumon. «No nos dejan de sorprender, siempre hay algo que aprender, y eso nos motiva muchísimo», finaliza Cristina.
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