Diana Giner: «Con Kumon vi la oportunidad de combinar el sueño de tener mi propia empresa con mi vocación: la educación»

En menos de un año, el centro Kumon Santa Coloma de Gramenet - Centre ya tiene más de 50 alumnos. Esto se debe a la buena gestión de Diana Giner, su directora, que vio en Kumon la oportunidad de combinar el sueño de tener su propia empresa con su vocación educativa.

Diana Giner es profesora de primaria y describe estos primeros meses como «una experiencia apasionante» debido a la buena acogida que ha tenido su centro Kumon en el barrio y a la confianza de las familias. «Estamos creciendo todos juntos, las familias, los peques y yo como orientadora, y nos reímos y aprendemos todos los días cosas nuevas», nos cuenta.

«Descubrí Kumon gracias a mi hijo»

Diana descubrió Kumon hace tres años cuando su hijo tenía problemas con las matemáticas: «Mi hijo Alex estaba empezando con las tablas de multiplicar y, a pesar de repasarlas y repasarlas, no había manera de que las memorizase. Entonces busqué opciones por internet y elegí el centro Kumon de Sagrera. La directora me explicó el método y cómo Kumon iba a favorecer el desarrollo de mi hijo no solo en matemáticas, sino en todos los aspectos académicos, y cómo iba a dotarlo de herramientas para favorecer su autonomía y desarrollar sus capacidades».

Tres años después de comprobar como madre los beneficios del método Kumon, Diana decidió volver al mundo de la educación dirigiendo su propio centro.

«Observa, piensa y responde»

Kumon está lleno de momentos especiales. Diana vivió uno de ellos en Navidad cuando un alumno le dijo al oído que había obtenido su primer aprobado en Lengua Castellana: «Mi alumno siempre obtenía la nota de no aprobado, así que le di un gran abrazo y le dije que sabía que era capaz de conseguirlo y que estaba siguiendo los pasos adecuados; en ese momento, vi su cara de satisfacción y me dieron ganas de llorar de emoción».

Diana destaca la importancia de respetar los tiempos de aprendizaje de los niños: «Los niños deben darse el tiempo para leer la pregunta hasta el final, para leer dos veces el enunciado o para analizar un ejemplo, ya que es un tiempo para revisar, para imaginar, para disfrutar, para aprender. No todo es mejor si es ¡ya! Yo siempre les digo: "Observa, piensa y responde”».

«A veces les digo a mis alumnos que puedo oír cómo piensan sus cerebros»

Para Diana, el método Kumon es especial porque no solo trabaja programas educativos, sino también la disciplina, los hábitos de estudio y la autonomía: «Veo cómo los alumnos son capaces de llegar al centro, coger sus cuadernillos y visualizar el material para saber a qué se van a enfrentar, y que vuelven un paso atrás para poder avanzar cuando no encuentran la solución. A veces les digo que puedo oír cómo piensan sus cerebros. Kumon es especial porque, con un pequeño esfuerzo diario, los alumnos pueden crecer sin límites académicamente y, sobre todo, pueden desarrollarse a nivel personal».

Diana tiene dos grandes cualidades: convicción en el método y entusiasmo. «Espero que, a lo largo del próximo año, muchas más familias sepan que podemos crecer juntos mientras disfrutamos aprendiendo», concluye.

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