Kumon Colegio Alemán Alberto Durero

Comencé mi andadura en Kumon en enero del 2014, después de pasar por un riguroso proceso de selección. Mis primeros años en el centro piloto de Sevilla los pasé como orientadora asistente, es decir, me ocupaba de preparar la tarea que cada uno de los alumnos iba a realizar a diario y a enseñarles la dinámica de clase para que el tiempo en su centro fuera lo más provechoso posible. Además, trabajaba con los nuevos alumnos, aquellos que se encuentran en la fase de «construcción de la base», fomentando su autonomía y preparándolos para desarrollar un aprendizaje realmente autodidacta.

Tras dos años y medio de formaciones internas, asumí el rol de directora del centro, logro que me enorgulleció, ya que creo plenamente en el método. Me siento muy satisfecha cuando veo que se cumplen los objetivos que marco con cada uno de mis alumnos, siempre tratando de descubrir el máximo potencial que poseen, pero mayor aún es mi satisfacción cuando veo que ellos mismos son conscientes de esos logros y que eso aumenta su autoestima.

Mis estudios de Educación Infantil (Magisterio y Técnico Superior), así como mi experiencia laboral dentro y fuera de Kumon, me han reforzado la idea de que el principal elemento que necesitan los niños para aprender es la motivación. Para que se dé esa situación, es fundamental encontrar ese punto ideal de aprendizaje en el que se enfrenten a un contenido desconocido pero, al mismo tiempo, asequible. Además, el material didáctico de Kumon me fascina, ya que está perfectamente secuenciado y permite a los niños ayudarse de lo que acaban de trabajar para continuar aprendiendo otros contenidos.

Sin duda, a mí me habría gustado ser alumna Kumon de niña. No tengo hijos aún, pero sé que en el futuro seré madre de alumnos Kumon.