Educar con disciplina pero sin castigos
«Solo pude lograr el éxito en mi vida a través de la autodisciplina, y lo apliqué hasta que mi deseo y mi voluntad se convirtieron en uno» (Nikola Tesla, ingeniero e inventor)
Para conseguir que nuestros hijos sean autodidactas, aprendan por sí mismos y superen sus límites debemos inculcarles disciplina y educar su voluntad desde pequeños.
Educar a nuestros hijos con disciplina no significa educarlos con castigos, sino fomentar la consecución de objetivos e inculcarles la fuerza de voluntad necesaria para superar retos que los ayudarán a mejorar cada día mientras ganan motivación, seguridad y confianza en sí mismos.
¿Qué hacemos en Kumon para desarrollar la disciplina?
Desarrollar la disciplina no es tarea fácil. Para ello, debemos trabajar tres aspectos de vital importancia.
1. Sentido de la responsabilidad
Aprender a ser responsables desde pequeños es la base de la disciplina, la autonomía y el autodidactismo. En casa podemos enseñar a nuestros hijos a establecer prioridades, cumplir horarios y tener pequeñas responsabilidades como recoger su escritorio, hacer los deberes en cuanto llegan a casa, etc.
La disciplina implica firmeza, pero también amabilidad y respeto mutuo, lo que redunda en la mejora de la empatía y la comunicación. De este modo estaremos ante un ambiente favorable para la disciplina positiva, condición perfecta para el desarrollo de nuestros hijos.
En Kumon enseñamos a los alumnos a ser responsables desde que empiezan a aprender en cualquiera de las tres modalidades: online, presencial o mixta. El primer paso en Kumon es realizar un breve test con el que se evalúa la capacidad actual de cada alumno y se determina cómo continuar desarrollándola. A partir de ahí, comienza el plan de estudios personalizado y recibe un seguimiento continuo del orientador, quien desde el primer minuto le enseña a ser responsable a través de la resolución de cuadernillos cuya dificultad aumenta de forma gradual y de la gestión de sus propios tiempos de aprendizaje.
2. Pasión por aprender
La pasión por aprender no nace, se construye de la mano de la disciplina, en este caso, de la disciplina positiva. El primer paso para despertar esta pasión es generar curiosidad por aprender y alimentarla con retos adecuados a la capacidad de nuestros hijos; de esta forma incentivamos su motivación por encontrar soluciones y asumir nuevos retos de aprendizaje.
En Kumon, desde los dos años desarrollamos la pasión de nuestros alumnos por aprender porque somos conscientes de los beneficios que les aporta:
- Despierta en ellos emociones positivas, como la sensación de logro.
- Aprenden a autoregular el esfuerzo para conseguir el reto planteado, lo que evita la frustración.
- Se sienten autónomos y aprenden a ser autodidactas.
- Alimentan su motivación y creen en sí mismos.
- Aprenden a comprometerse con sus procesos de aprendizaje.
3. Hábitos de estudio
La disciplina en el aprendizaje se nutre de hábitos de estudio constituidos por la suma de rutinas diarias. En Kumon promovemos la disciplina a través de rutinas de estudio tanto en los centros como en casa.
Durante las clases, presenciales u online, el orientador facilita el material adecuado a la capacidad del alumno a fin de que trabaje el contenido por sí mismo siguiendo sus orientaciones y las pistas del propio material didáctico, y así el alumno no se enfrenta a sobrecargas ni a sobresfuerzos. En casa, la labor de los padres se centra en inculcar a los niños la disciplina positiva supervisando que no rompan sus rutinas de estudio, dando prioridad a la resolución de los ejercicios de Kumon a primera hora del día, momento en el que tendrán la mente despejada, y registrando la calificación del cuadernillo correspondiente con ayuda del libro corrector. Especialmente en relación con la tarea de casa, la comunicación entre padres y orientadores es fluida y constante.
El método Kumon nació del amor de un padre por su hijo. Toru Kumon fue profesor de matemáticas de secundaria y, cuando su pequeño hijo Takeshi empezó a tener problemas en esta materia, Toru Kumon elaboró una serie de cuadernillos que incluían ejercicios adaptados a la capacidad de su hijo, con un grado de dificultad progresivo y muchas pistas que le permitieron avanzar por sí mismo y convertirse en una persona autodidacta.
Una persona autodidacta es aquella que siente interés por aprender, es responsable de gestionar sus propios procesos de aprendizaje y actúa con disciplina para crear y respetar sus propios hábitos y rutinas de estudio.
Si quieres que tu hijo aprenda a ser una persona autodidacta, trabaje con disciplina y siempre tenga ganas de aprender, no dejes de contactar con tu centro Kumon más cercano.