Cómo evitar el síndrome de los padres helicóptero

Los hijos no vienen con un manual de instrucciones; por eso, en nuestro afán de educarlos de la mejor manera podemos sufrir el síndrome de los padres helicóptero, es decir, convertirnos en padres que sobrevuelan la vida de sus hijos protegiéndolos en exceso, impidiéndoles madurar y asumir responsabilidades y generando una relación de dependencia que no los ayuda a convertirse en personas competentes.

Los padres sobreprotectores, los padres guardaespaldas o los padres mayordomos (otras variantes de los padres helicóptero) pueden influir negativamente en el desarrollo de las habilidades sociales de sus hijos.

El pedagogo José Antonio Marina asegura que «estamos en una cultura del miedo. Hay un sentimiento de precariedad y provisionalidad y una reacción, que es la sobreprotección, al pensar que el niño no va a saber desenvolverse». ¿Os habéis convertido en asistentes personales de vuestros hijos? Aquí os damos algunas claves para evitar el síndrome de los padres helicóptero y evitar este estilo de crianza.

1. Evitar los grupos de WhatsApp del colegio

Este es el consejo más importante que os damos para evitar ser padres helicóptero. Si os unís al grupo de WhatsApp del colegio, evitad convertiros en asistentes personales de vuestros hijos haciendo un seguimiento exhaustivo de los deberes que no han anotado, las lecciones que deben estudiar, los exámenes que tienen que preparar, etc. No os convirtáis en «alumnos del WhatsApp» asumiendo las responsabilidades escolares de vuestros hijos. Cortad de raíz este problema evitando sumaros a este tipo de grupos y recordad que no sois la agenda de vuestros hijos: si olvidan anotar los deberes o estudiar para un examen, es mejor que asuman las consecuencias, pues esto los ayudará a asumir la responsabilidad de su aprendizaje.
             
2. Ayudarlos a ser responsables

Los hijos de padres helicóptero son niños sobreprotegidos que no aprenden a ser responsables porque siempre obtienen lo que piden sin esfuerzo y de forma inmediata. Para ayudar a vuestros hijos a ser responsables, debéis asignarles responsabilidades, enseñarles a llevar una agenda, cumplir con los horarios y asumir que el éxito siempre llega como consecuencia del esfuerzo, además de inculcarles hábitos positivos, como los hábitos de estudio.

3. Enseñarles a marcar prioridades

Como bien expresa el dicho, «primero la obligación y después la devoción»: enseñad a vuestros hijos que, cuanto antes cumplan con sus deberes o responsabilidades, más tiempo tendrán para jugar. En un primer momento, debéis ser vosotros quienes les marquéis las prioridades a vuestros hijos enseñándoles a trabajar por objetivos. ¿Cómo podéis hacerlo? Teniendo en casa un sistema de puntos. Por ejemplo, si vuestros hijos han conseguido terminar sus deberes y ayudar con algunas tareas en casa durante la franja horaria marcada previamente, asignadles un número de puntos; la suma de esos puntos les brindará una determinada recompensa, como tener más tiempo para jugar con los amigos.

4. Establecer normas y límites

Toda acción tiene una reacción o consecuencia y es importante que vuestros hijos sean conscientes de ello desde pequeños para que crezcan siendo responsable de sus actos. Para evitar convertiros en padres helicóptero, es muy positivo establecer normas que ayuden a vuestros hijos a comportarse adecuadamente y de forma responsable desde pequeños. Cumplir normas les enseñará a no saltarse los límites para evitar las consecuencias. Conforme vayan creciendo, aprenderán a entender que las normas y reglamentos son positivos para autogestionarse.

5. Enseñarles a ser pacientes

La hiperpaternidad de los padres helicópteros crea niños dependientes que no se esfuerzan por conseguir sus metas y, por ende, se frustran al primer intento. Para evitarlo y ayudarlos a ser pacientes, intentad no darles todo lo que piden de forma inmediata y no ceder a sus caprichos. Es muy recomendable enseñarles a cumplir objetivos alcanzables paso a paso, de forma gradual y no inmediatamente, de tal manera que el camino sea mucho más llevadero y a la vez aprendan a valorar la cultura del esfuerzo.

6. Enseñarles a aprender del error

Aprender de los errores es un objetivo muy importante en la vida de un niño. En Kumon, de hecho, es el objetivo de aprendizaje más importante. Marina García, coordinadora del programa Kumon Matemáticas, aconseja establecer una relación saludable con el error: «No debes hacer los deberes por tu hijo, sino dejar que resuelva las dificultades por sí mismo. Enséñale a ver el error, pídele que lea bien el enunciado o que busque otro ejercicio parecido que pueda usar como modelo. Ofrécele este tipo de apoyo para que disfrute aprendiendo. Además, es muy importante elogiar los pequeños detalles, como dar la enhorabuena por anotar los deberes y empezar a hacerlos solo». Este gran consejo es aplicable a todos los aspectos de la vida de vuestros hijos.

7. Ayudarlos a ser cada vez más autónomos

Si intentáis no ser padres helicóptero, evitaréis que vuestros hijos se conviertan en personas dependientes y los ayudaréis a ser personas autónomas capaces de aprender de sus errores y crear estrategias de resolución de problemas estableciendo prioridades. Por eso, en Kumon damos tanto valor a convertir a los niños en protagonistas de su aprendizaje inculcándoles el autodidactismo desde pequeños.

«El autodidactismo es "la capacidad de una persona de conformarse a sí misma", es decir, tener autonomía para dirigir, controlar, regular y evaluar tu propia forma de aprender de manera consciente. Inculcar el autodidactismo es sumamente importante para educar a un buen estudiante y formar una persona competente», nos dice Cristina Cabello, pedagoga y psicóloga clínica con más de 20 años de experiencia en el ámbito educativo. A medida que vuestros hijos vayan adquiriendo autonomía, cada vez necesitaréis estar menos pendientes de sus acciones. Esa es la mejor manera de evitar el síndrome de los padres helicóptero y ayudarlos a convertirse en personas competentes y responsables capaces de asumir cualquier reto que se propongan.


En Kumon llevamos más de 60 años fomentando el autodidactismo. Nuestros programas de aprendizaje están diseñados para ayudar a los alumnos a pensar por sí mismos y a desarrollar su capacidad para resolver ejercicios intentando hallar las respuestas de forma autónoma. Los orientadores elaboran un plan de aprendizaje a la medida de las necesidades y capacidades de cada alumno y lo ayuda solo cuando es necesario, de modo que de forma gradual desarrolla su capacidad para aprender por sí mismo. En este enlace, puedes contactar con tu centro Kumon más cercano y solicitar una prueba de nivel gratis en cualquiera de nuestros programas.